Dime qué lees y te digo sobre tu mente

Imagen de una Mente activada con un libro de Audiolibros Venezuela

Las elecciones de la música que oyes, los programas o películas que ves y los libros que lees explican todo sobre tu mente.

El conocimiento al que recurre tu cerebro  consciente o inconscientemente, para afrontar las experiencias vitales se instaló allí desde que aprendiste tu lengua materna. Y no ha parado de incorporar nuevos aprendizajes a cada momento. Ese centro de poder asimila cada mínimo detalle de toda la información a la que se ve expuesto.  

Como compensación, todo ese saber está a tu servicio cada vez que tomas decisiones. Desde las más simples como qué vestir en función del clima, de tu ropero y las actividades que harás ese día. Te digo sobre tu mente que está a cargo cuando hablas con alguien, cuando haces mercado, incluso en la forma como decides gastar tu dinero. Ese alimento que le das a tu mente se convierte en la base con la que trabaja para producir tus pensamientos y respuestas a situaciones. Los que te gustan, e incluso los que no.

Nada de lo que pasa en tu cabeza y de lo que pasa en tu vida es casual o fortuito. Es una respuesta de tu mente a partir de lo que lees y cada piezas de información que ha recibido tu cerebro. Carol Dweck desarrolla este tema en Las Mentalidades.

La forma en la que la mente relaciona algunos elementos y desecha otros también se corresponde con algunos patrones aprendidos. Lo más impresionante es que ese aprendizaje no se detiene nunca. Incluso cuando una persona decide no aprender nada más, su cerebro está asimilando los insumos que encuentra en el ocio.

Las decisiones que tomas es cómo responde tu mente a los nutrientes que proporcionas con lo que lees y oyes. A partir de esa base la mente procesa pensamientos que deberían ser cuidadosamente dirigidos como una especie de programación. Seguramente sabes que el entrenamiento que se da a la Inteligencia Artificial sigue el mismo patrón que el de la Inteligencia Humana.  

Es así como el conocimiento adquirido  guía cada una de las acciones que realizas. Y esto pasa siempre, no exclusivamente en el contexto profesional. Todo ese aprendizaje asimilado se refleja en la capacidad de abordar los desafíos diarios y hasta los más complejos.

Cuando la dieta cerebral son contenidos de poco valor intelectual o emocionalmente tóxicos las decisiones resultantes no pueden ser mucho mejores. Por eso, las elecciones de los contenidos a la que nos exponemos, y no sólo qué leer, deben tener puntos de equilibrio.

Dime que lees no ficción…y te digo sobre tu mente

Dedicar tiempo consciente a mantenerse actualizado en el campo técnico, especializado o laboral, está muy bien. Pero debes dar la misma importancia a los otros aspectos de la existencia, como las relaciones interpersonales, la capacidad creativa, el desarrollo físico entre otros. Porque no basta ser profesionales altamente competentes y capaces, si los otros aspectos personales se descuidan.

De cómo alimentas tu cerebro dependerá también tomar decisiones más sensatas sobre con qué personas relacionarte y la manera más saludable de hacerlo. La literatura de no ficción ayuda a mejorar estas habilidades. Partiendo de conocimientos prácticos de problemas del mundo real y su abordaje. Ya sea que dediques un tiempo a leer sobre historia, ciencia, superación personal u otro por el estilo, te estás equipando con información valiosa que puede mejorar tu comprensión del mundo.

Al explorar  historias reales y experiencias narradas por otros, se puede desarrollar empatía. Así como entender diversas perspectivas y fortalecer la propia capacidad para gestionar las emociones. La literatura de no ficción se basa en casos verídicos que pueden inspirar reflexión crítica y humanidad con potencial transformador. Por eso, este género contribuye con el desarrollo de la inteligencia emocional, apuntalando el auto conocimiento y la comprensión de la relación con los otros.

Recuerda, el conocimiento adquirido  guía cada una de las acciones que realizas. Lo que lees determina cada respuesta de tu mente.

Un libro probablemente no te cambiará la vida. Pero leer buenos libros te proporciona mejor contexto para mejores elecciones.

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